La viñeta del Roto ilustra, de una manera clara, las experiencias humanas de los pacientes en los pasillos de un hospital. Sobre todo, cuando la fuerza de la gripe azota y cuando saltan a los medios de comunicación algún caso de posibles negligencias médicas y, de cierta desidia institucional.
Por esto creo que la paciencia se impone. Pero además, el paciente tendrá que luchar contra otros elementos vitales en su proceso de enfermedad: la desconfianza en el sistema, el riesgo que supone su asistencia, la falta de comunicación con algunos profesionales, la ausencia de intimidad en su estancia hospitalaria, el sufrimiento propio por la incertidumbre del curso de su enfermedad, el temor a morir, etc.- se podría alargar muchísimo más-. Después de enfrentarse con todo esto, el sufrido paciente espera, como mínimo, unos servicios sanitarios acordes a los tiempos que vivimos y donde la política sanitaria esté pensada fundamentalmente en él…
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