9.4.08

3ª Nota.


Arias Cañete tuvo ayer una tarde memorable. Es cierto que Zapatero estuvo bien por la mañana y que también Rajoy se las apañó para arrancar los aplausos de su grupo -lo que no es proeza menor teniendo en cuenta como vienen los telediarios-. Pero quien de verdad se despachó a gusto en su asiento, interpelando a voz en grito a Zapatero, llamándole con gestos caradura, levantándose y sentándose como un poseso, tan colorado que parecía que le iba a dar algo, fue Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura en el segundo Gobierno de Aznar y últimamente en los papeles por sus teorías sobre los camareros de toda la vida y las tostadas como Dios manda. (El País, 9/4/08). Trillo y Cañete, desahogan presiones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es vergonzoso lo del señor, bueno mal llamado señor lo de Arias Cañete, que tiene nombre de pirotécnico, con respeto al pirotécnico. Pero como mejor quedó es cuando lo sacaron en el programa del Intermedio que cada vez que decía algo era como si se tirase un "pedo", quedó en el puesto de Martínez Pujalte, ridiculizado.